¿Por qué deberías construir una política de conflicto de interés en tu empresa?

Gestionar conflictos de interés es uno de los mayores desafíos que enfrentan las empresas en relación a la integridad y confianza en la toma de decisiones. Un mal manejo puede traer consecuencias personales, organizacionales, éticos y financieros.

Pero, ¿qué es un conflicto de interés?

Un conflicto de interés se produce cuando los intereses personales, familiares, financieros o profesionales de un empleado, directivo o colaborador pueden interferir, directa o indirectamente, con los intereses legítimos de la empresa para la que trabaja.

Algunos ejemplos clásicos que te pueden ayudar a comprender mejor su relevancia son:

  • Un empleado que participa en la selección de proveedores y tiene lazos familiares con uno de ellos.

  • Directivos que poseen participaciones en empresas competidoras.

  • Colaboradores que, fuera de horario, trabajan en negocios que compiten con su empleador.

Luego de entender de qué estamos hablando queda claro que toda empresa requiere gestionarlos de manera efectiva. Esto incluye reconocerlos e implementar políticas claras de divulgación, monitoreo y mitigación.

Si tienes Plutto, puedes acceder al módulo de Conflicto de Interés, donde podrás evaluar potenciales conflictos de interés de proveedores y personas en segundos. Pero si aún no tienes este módulo, este post y su guía adjunta te ayudará a hacerlo de manera ordenada y eficiente.

¡Empecemos!

La importancia de generar una política de conflicto de interés

Implementar una política de conflicto de interés te ayudará a proteger los activos y la reputación de la empresa, al tiempo que estarás fortaleciendo la cultura organizacional basada en la transparencia y la ética. Además, te permite llevar procesos trazables de selección de proveedores y asegurarte que se escoja el mejor sin sesgos.

Construir una política de este tipo genera un marco normativo que guía a los colaboradores en situaciones ambiguas, establece procedimientos de revelación y gestión de conflictos potenciales y demuestra el compromiso de la alta dirección con las mejores prácticas de gobierno corporativo.

Para inversionistas y reguladores la existencia de estas políticas es un indicador de madurez organizacional y gestión responsable, lo que puede traducirse en mayor confianza, acceso preferencial a financiamiento y una posición competitiva más sólida en el mercado.

Una política clara cumple varias funciones esenciales:

  • Define qué constituye un conflicto de intereses y cuáles son las situaciones que deben ser declaradas. Esto ayuda a que todos los colaboradores comprendan qué comportamientos o relaciones pueden afectar la objetividad y la integridad en sus funciones

  • Establece procedimientos para la divulgación y gestión de los conflictos, facilitando que los empleados reporten posibles conflictos de forma segura y transparente, y que la empresa pueda evaluar y mitigar los riesgos asociados.

  • Promueve una cultura organizacional basada en la ética y la responsabilidad, donde la prevención y el manejo adecuado de estos conflictos se integran en la filosofía corporativa y en las prácticas diarias.

  • Previene consecuencias legales y económicas, ya que los conflictos de intereses no gestionados pueden derivar en litigios, sanciones regulatorias y pérdida de oportunidades de negocio.

  • Define sanciones y responsabilidades claras para quienes incumplan las normas, asegurando que la política tenga un efecto real y disuasivo.

Comienza hoy con una política de conflicto de interés

Crear una política de conflicto de interés es fundamental porque protege la integridad y la objetividad de las decisiones en la empresa, pilares sobre los que se construye la confianza de empleados, clientes, socios e incluso de organismos reguladores. Sin una política clara, las empresas quedan expuestas a riesgos innecesarios: desde decisiones sesgadas que afectan la competitividad, hasta escándalos reputacionales que pueden dañar irreversiblemente la imagen de la organización.

Una política bien definida, en cambio, actúa como un marco de prevención y gestión que permite identificar, declarar y mitigar cualquier situación que pudiera generar dudas sobre la imparcialidad de quienes integran la empresa.

Además, contar con una política de conflicto de interés, crea un ambiente de trabajo más transparente y saludable, donde los colaboradores se sienten seguros para comunicar posibles conflictos sin miedo a represalias. En última instancia, gestionar adecuadamente los conflictos de interés es una inversión en la sostenibilidad y reputación a largo plazo de la empresa.

Una guía para construir tu política de conflicto de interés

En Plutto construimos una completa guía para que puedas crear tu propia política de conflicto de interés. Si ya tienes el módulo, este tema ya lo tienes solucionado. Pero si todavía no lo automatizas, este sería un buen primer paso.

Seguro te será muy útil porque ofrece un camino claro y ordenado para que cualquier empresa —sin importar su tamaño o nivel de madurez— pueda diseñar e implementar un sistema eficaz para gestionar conflictos de interés, incluso si parte desde cero. Muchos negocios saben que los conflictos de interés existen, pero no cuentan con herramientas prácticas para detectarlos, declararlos ni mitigarlos.

Además, esta guía fomenta una cultura de transparencia y confianza. Declarar un conflicto de interés no implica necesariamente mala conducta, pero sí es un acto de responsabilidad que protege tanto al colaborador como a la empresa. Tener procesos y políticas claras ayuda a prevenir situaciones que puedan poner en entredicho la objetividad de las decisiones corporativas, refuerza la integridad de la organización y demuestra compromiso con estándares éticos.

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Gonzalo Pizarro D.
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